A la gama de cables para aplicaciones especiales se han ido sumando todos aquellos cables para fines muy específicos que requieren respuestas concretas que no se encuentran entre las soluciones estándares del mercado.
Los primeros cables fabricados en este ámbito fueron los cables de instrumentación, de compensación y de ampliación con cubiertas especiales para resistir a los hidrocarburos que se utilizaron en los sectores petroquímico y siderúrgico.
En los años 80, Cabelte comenzó a fabricar cables de señalización con un bajo factor reductor para las líneas de ferrocarril, desarrolló soluciones especiales para la señalización de líneas para la empresa ferroviaria portuguesa CP y, durante estos últimos años, cables para las redes de alta velocidad (TGV).
En el sector de los sensores y de las redes de seguimiento, el GRUPO CABELTE ha participado en proyectos inscritos en diversas áreas de actividad, como el del transporte, la construcción civil y I+D, y entre ellos destaca el desarrollo de cables para redes de sensores, a los que hay que sumar su respectiva interconexión, y de cables ópticos que incorporan sensores de Bragg integrados para el control de la temperatura y que pueden utilizarse en distintos entornos, especialmente sumergidos para medir la temperatura del agua.
Con el objetivo de responder de forma optimizada a las necesidades concretas de determinadas instalaciones, se han desarrollado múltiples estructuras especiales, entre las que destacan los cables híbridos que integran electricidad y telecomunicaciones. A título de ejemplo podemos mencionar los siguientes: cables para la conexión de puntos de socorro en las autopistas, cables de control de sistemas hidráulicos, cables para instalaciones en ambientes especiales, conducciones de aguas pluviales, zonas con temperaturas extremas, etc.